Una colombiana enfrentó a los neonazis en Suecia

160505171916_sp_suecia_neonazis_640x360_ap_nocredit

 

Maria-Teresa Tess Asplund tiene 42 años y nació en Cali, donde fue adoptada a los siete meses.

Se llama Maria-Teresa Tess Asplund y, sin pretenderlo, se ha convertido en un símbolo contra el racismo.

Esta menuda mujer de 50 kilos se enfrentó ella sola a un grupo de unos 300 neonazis durante una manifestación el domingo pasado en Borlänge, un pueblo del centro de Suecia de 50.000 habitantes.

Ese día, unos tres centenares de militantes del partido de extrema derecha Movimiento de Resistencia Nórdico marchaban desafiantes por las calles del pueblo, cuando Asplund les plantó cara.

La imagen del instante en que ella, con el puño en alto, se enfrenta a los líderes neonazis de la manifestación, se ha hecho viral.

Y ahora ella, asombrada por la repercusión que ha tenido el gesto, dice estar al mismo tiempo orgullosa y asustada por la reacción que puedan tener los extremistas.

«Estoy un poco asustada y preocupada», le dijo Asplund a BBC Mundo.

La activista tiene 42 años, dos hijas, y nació en Cali, donde fue adoptada por una familia sueca cuando tenía siete meses.

Un impulso

«De pronto apareció y se puso frente de los líderes de la marcha», le explica a BBC Mundo David Lagerlöf, uno de los fotógrafos que capturó el gesto de Asplund.

«Fue muy emotivo. Lo hizo sola, en situación de vulnerabilidad. No podía hacer nada contra ellos, que tienen un historial de violencia y crimen», afirma.

Asplund, que lleva 26 años siendo activista contra el racismo, dice que en el momento no pensó en lo que estaba haciendo.

«Estaba enfadada. ¿Cómo podían haber obtenido permiso para manifestarse, como si la calle fuera suya?», se pregunta.

«Fue un impulso, no lo pensé»

Los neonazis pedían la expulsión de inmigrantes y proferían insultos contra distintos políticos por «traicionar» al pueblo.

«Uno de ellos me miró y yo le devolví la mirada. No dijo nada, y yo tampoco. La policía me sacó», explica.

La decisión de permitir la marcha neonazi, el primero de mayo, había generado polémica en días anteriores en Borlänge, pero las autoridades la defendieron.

«Hay una ley constitucional en Suecia para expresar libremente opiniones y reunirse», dijo a Radio Suecia Stefan Dangardt, portavoz de la policía de Borlänge, unos días antes.

El día que Asplund desafió a los neonazis también se manifestaron el Partido Sociademócrata, el Partido de Izquierda y la organización sin ánimo de lucro Dalarna contra el racismo y, según reportes, lograron reunir más gente.

«Conmocionada»

Los movimientos neonazis han aumentado en Suecia y en otros países europeos como resultado de la crisis migratoria.

Borlänge, donde tuvo lugar el gesto de Asplund, ha sido tradicionalmente un feudo de la izquierda, pero según la prensa sueca, ha crecido el apoyo a la extrema derecha.

En el conjunto del país, el partido antiinmigrantes Partido de los Demócratas Suecos es la tercera fuerza política.

Suecia es uno de los principales destinos para los refugiados y migrantes que intentan llegar a Europa.

La reacción que ha tenido el gesto, con miles de alabanzas y comentarios favorables en redes sociales, sorprendió a Asplund, quien dijo que estaba «conmocionada».

También dijo sentirse orgullosa porque cree que quizá la foto sirva para que la gente ponga más atención a la lucha contra el racismo y la xenofobia.

Pero también cree que a partir de ahora tendrá que andar con más cuidado.

«Soy una activista muy conocida. A los neonazis ya no les gustaba. Ahora me odian», dice.

Fuente de información Revista Semana 

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *