‘Hay que retomar proyectos que están en el olvido’: Jorge Rey

Gobernador Cundinamarca habla de las obras de suministro de agua necesarias para el departamento.

En La Mesa y Anapoima sus habitantes llevan 10 años esperando que se construya un acueducto que les surta de agua potable. Los dineros del contrato se perdieron y ahora el gobierno entró a financiar la obra.

Jorge Rey, gobernador del departamento, señaló que las autoridades departamentales están trabajando para retomar esos proyectos que quedaron en el olvido, para recuperar la confianza de los cundinamarqueses.

¿Cómo asegurar que ese acueducto sí se va a concluir?

El proyecto se puede recomponer y volver a utilizar, a través de un contrato que se dejó licitado el año pasado por $ 21.000 millones, en donde se reconfecciona la red de acueducto y se perforarán unos pozos en Bojacá, que no van a comprometer las reservas de agua de ese municipio a futuro.

¿Qué se hará para manejar la escasez de agua en el municipio?

Cundinamarca afronta una grave crisis de recurso hídrico. En época de lluvia nos inundamos y no tenemos cómo almacenar. En época de verano lo que llegan son largas sequías.

Aquí hay que reformar el sistema de infraestructura. Hemos pensado en crear el embalse de Calandaima, que solucionaría los problemas de la provincia del Tequendama, pero también dejar en etapa de factibilidad cinco embalses más que solucionarían problemas en otras provincias. Tenemos que hacer revisión detallada de esos proyectos.

¿Qué ha pasado con la instalación de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR)?

El departamento tiene una grave crisis en materia de tratamiento de aguas negras. En los últimos cuatro años se avanzó y eso hay que reconocérselo a la CAR de Cundinamarca. No solo para los municipios de la cuenca del río Bogotá, sino de muchos otros en donde se construyeron PTAR.

Para los municipios que ya las tienen, el gran desafío es operarlas; eso lo estamos revisando. Ahora nos corresponde seguir aumentando a 41 el número de PTAR, localizadas en la cuenca alta del río Bogotá y en otros afluentes estratégicos, para bajar la carga contaminante.

Fuente de información EL TIEMPO 

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